¿Qué haces cuando te caes? Te sacudes y te vuelves a levantar.
¿Qué pasa si una herida te duele? Intentas curarla lo antes posible y con mimo para que no deje cicatriz.
¿Qué ocurre cuando el miedo aparece? No le haces caso porque es como un amigo imaginario, sólo existe en tu cabeza.
¿Qué sucede si no logras lo que quieres? Lo vuelves a intentar identificando los errores y con más ahínco todavía.
¿Qué haces si la ansiedad se quiere apoderar de ti? Respiras hondo varias veces hasta que confirmas que mandas tú y no ella.
¿Qué pasa si tienes que subir una cuesta muy pronunciada? La encaras de inmediato para culminarla cuanto antes, afianzando bien cada paso.
¿Qué ocurre si sientes que no puedes llegar a la meta? Te tomas un tiempo para recuperar el aliento que te permitirá echar mano del poso de resistencia que siempre queda.
¿Qué sucede si lo ves todo negro? Cierras los ojos y presionas ligeramente tus párpados para que surjan esas lucecitas que siempre hay.
¿Qué pasa si llega una racha mala? Que, dure lo que dure, luego le seguirá otra buena.
SagrarioG
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