Y entonces fui
aprendiz de todo
y maestra de nada.
Polvo en la trastienda
de una tienda cerrada.
Albarán de entrega
en una venta anulada.
Y entonces fui
camarera en un bar sin copas,
y Cenicienta sin su madrastra.
Medicina paliativa
en un hospital sin camas.
Me quedé en el limbo
de una cuenta ya saldada,
sin nada que exigir,
sin nada que deber,
sin cargo a nada.
Y entonces fui
chófer en una feria
de coches de choque
con bocinas y sirenas.
Y encargada de una noria
que solo gira en luna llena
porque el resto de las noches
está guardada en su alacena.
Cuando la noche cayó
y se rasgó mi vestidura,
fue entonces cuando me vi
completamente desnuda
y me refugié al amparo
del influjo de la luna.
Y entonces fui todo,
y entonces fui nada,
pues me erigí como mecenas
de una obra inacabada,
que se gestó un invierno
en una noche cerrada,
con una fecha de comienzo
que enseguida quedó caducada.
SagrarioG
Sígueme en Facebook
Mi Instagram
Estarás al día de las publicaciones y te enviaré el relato de intriga
Cómo elegir una forma de morir, ¿te atreves a leerlo?
Sólo tienes que rellenar el siguiente formulario:
