Cada vez que cae la noche
y me adentro en sus silencios;
cada vez que la claridad da paso
a una oscuridad al acecho,
es entonces cuando mis ojos
se entornan aun estando abiertos;
es cuando despliego mis sentidos
a todo lo que circunda mi cuerpo.

Sombras por todos lados,
sombras que me rodean,
ya no queda ningún claro
que me haga sentir serena.

La oscuridad que me envuelve
con su manto impenetrable
sabe de su total impunidad
cuando el sol no está delante.

Siempre que ella aparece,
sé que estoy a su merced,
cuando nada la puede eclipsar
ahí es donde reside su poder.

Mis palabras enmudecen
sustituidas por sollozos,
es el miedo que aparece
sin ningún tipo de decoro.

Y mis sentidos se bloquean
con sus alertas desactivadas,
saben que cuando ella llega
ya no me sirven de nada.

La penumbra tiene el poder
de sumirlo todo en la nada,
no tiene más que aparecer
para dejarme neutralizada.

¿Es el miedo a la oscuridad
o a lo que sus sombras esconden?
Quizás, sea miedo a no despertar
y que perdure por siempre la noche.

SagrarioG
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