Cinco deditos en una mano, cinco deditos en la otra. Cinco deditos en un pie, cinco deditos en el otro pie. Cuántas veces se había imaginado ese momento y, ahora que por fin había llegado, las cuentas cuadraban a la perfección.
Estaba tan nervioso que no podía dejar de contar sus deditos una y otra vez. Entonces, esa diminuta y preciosa criatura abrió los ojos, le miró, y esbozó algo muy parecido a una sonrisa. Él se quedó mirándola embelesado y, a partir de ese momento, se olvidó de volver a contar sus deditos.
SagrarioG
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Qué gracioso y bonito, me he acordado de mi nieto.
¡¡¡Qué tierno!!!
Que hermoso, pensé inmediatamente en mi hijo que hoy tiene 3 años. ¡Hermoso momento!
Me alegra mucho que te haya gustado. ¡Muchas felicidades a tu pequeño!