Tres noches
Tres noches sin dormir, tres noches con los ojos como platos y mi mente haciendo un barrido incesante por decenas de pensamientos absurdos, incongruentes, incluso conspiranoicos. Apenas había amanecido, pero…
Si quieres saber cómo continúa la historia, suscríbete, ¡es gratis! Rellena el formulario y recibirás este relato corto de intriga.
Aviso Legal y Política de privacidad